Periodismo y literatura
El periodismo abarca muchas
especialidades: puedes ser periodista de dirección, de mesa, de televisión...
Yo me voy a referir tan solo a los periodistas de prensa escrita, a aquellos
que se dedican a hacer piezas concretas de texto, artículos, reportajes, entrevistas,
crónicas. Ese tipo de periodismo es un género literario, un género equiparable
a cualquier otro, a la poesía, el drama, la ficción, el ensayo. Puede alcanzar
cotas de excelencia literaria tan altas como cualquier otra obra, como lo
demuestra, por ejemplo, “A sangre fría”, el maravilloso libro de Truman Capote,
que no es ni más ni menos que un reportaje. Es muy raro el escritor que cultiva
un solo género; lo habitual es que se sea poeta y ensayista, narrador y
dramaturgo... Yo me considero una escritora que escribe ficción, ensayo y
periodismo. No sé por qué a la gente le parece sorprender que compagines
periodismo y narrativa, cuando es algo que se ha hecho hasta la saciedad. Si
miramos la lista de los mejores escritores de los dos últimos siglos, por lo
menos la mitad, si no más, han sido periodistas. Y no me refiero ya a Hemingway
y García Márquez, que son los nombres que siempre se citan, sino a George
Eliot, Mark Twain, Oscar Wilde, Graham Greene, Balzac, Rudyard Kipling y cien
mil más. Es algo muy común.
Dentro de los tres géneros que
cultivo, el periodismo es para mí el oficio, el empleo, algo exterior. Me gusta
mucho, pero puedo concebir mi vida perfectamente sin trabajar como periodista.
La narrativa, en cambio, es algo estructural en mi existencia. Es mi manera de
vivir, y me da terror solo pensar en que un día se pudiera acabar la pasión por
escribir ficción.
Hay que tener muy claro, sin
embargo, que cada género tiene sus normas, sus reglas; y hay que atenerse a
ellas para hacerlo bien. No puedes escribir una obra de teatro como si hicieras
un ensayo, porque sería un plomo y aburridísima; no puedes escribir un ensayo
como si fuera poesía, porque probablemente le faltaría rigor. Del mismo modo,
no puedes escribir una novela como si fuera periodismo, o harás una mala
novela, y no puedes escribir periodismo como si fuera ficción, porque harás mal
periodismo. El periodismo y la narrativa son géneros muy distintos, incluso
muchas veces antitéticos. Por ejemplo, en periodismo la claridad es un valor;
cuanto más clara, más precisa y menos alejada del equívoco sea una pieza
periodística, mejor será. Y en novela, en cambio, lo que es un valor es la
ambigüedad. Digamos que en periodismo hablas de lo que sabes, y en novela de lo
que no sabes que sabes. Conociendo bien los límites de uno y otro género,
puedes pasar de uno a otro sin problemas, como aquellas personas que conocen
dos idiomas y pasan de uno a otro sin más conflictos.
Rosa Montero
Comentarios
Publicar un comentario
Cualquier opinión inteligente, relacionada con el tema de cada post y expresada con educación, será bien recibida. El resto, se suprimirá.